Formentera

Formentera, ese pequeño paraíso medio desértico en el archipiélago balear. Una de las joyas del mar Mediterráneo. En ella encontramos esta casa, de una sola planta, abierta y con una composición cromática extraordinaria. La tierra árida y el calor de la isla comparten esta misma paleta de colores.

Se trata de un proyecto de Luís Galliussi. Recuperando el estilo autóctono de Formentera, este arquitecto consigue crear espacios agradables, frescos y acogedores a la vez. Cualquiera que haya conseguido broncear su piel en la isla, sabe bien que el color de el moreno de Formentera es distinto a cualquier otro, así, de este mismo modo, el color y aspecto de sus casas también difiere del que podemos encontrar en el resto de islas. Pequeños matices, pero suficientes.

Gracias a las pérgolas de caña, los exteriores de la casa se convierten en espacios con vida. El fuerte calor del verano es capaz de derretir las ganas de moverse, pero esta protección solar ayuda a solucionar este problema.

Los muebles y decoraciones que encontramos son todas de una tonalidad tierra muy característica. Todos ellos son elementos rústicos que congenian a la perfección con el estilo del proyecto. Encontramos muchos cestos de mimbre, tablas de madera y todo ello acompañado de pequeños toques de color rojizo.

Los interiores, completamente desvestidos, todos en blanco son únicamente vestidos por las decoraciones que se han introducido, siempre siguiendo el mismo tema y con pocas notas discordantes. Una propuesta equilibrada, sin grandes ostentaciones que funciona a la perfección. Se trata de un proyecto exquisito en un paraje espléndido.

 

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