martes, 26 de septiembre de 2017

Kino Coronas > Tierra Glera. Villa de Aínsa

| Kino Coronas
| 2017 | PFC | ETSAB
| Tutores: 
Enric Mir, Anna Zubelzu

 

equipamiento residencial para la tercera edad. cohousing.
Existe una problemática comarcal, en cuanto a la falta de tejido residencial para personas mayores, los cuales se están viendo obligados a trasladarse a comarcas vecinas, desprendiéndose así de un arraigo sentimental por el Sobrarbe. Por tanto, el proyecto, propondrá aportar una solución a este problema creando un nuevo equipamiento residencial para la tercera edad.

Un complejo residencial, no convencional, y que se posiciona del lado de equipamientos de vanguardia que surgieron en el Norte de Europa y traen a debate términos como: cohousing, viviendas tuteladas, cooperativas de viviendas para ancianos, cohousing senior, autogestión, vejez activa…

Se trata de un espacio residencial que intenta solucionar una problemática social en torno a la tercera edad que va más allá de su salud y que busca la cura a la enfermedad más extendida entre nuestros ancianos: la soledad. El concepto es diferente de la creación de residencias de la tercera edad. Se apuesta por una comunidad que actúe en forma de vejez activa. Se ha demostrado que cuando las personas se involucran en actuaciones sociales tienen una mejor calidad de vida que cuando esas mismas personas se sienten aparcadas y aisladas del tejido social. Se trata de un equipamiento residencial para que la tercera edad viva de forma activa y no espera pasivamente su final.

 

arquitectura.
El edificio se estructura a través de una  planta baja que se organiza entorno a un gran patio. Un basamento de piedra, en forma de cruz, que construye vacíos en sus cuatro esquinas, siendo rodeado por el camino Tierra Glera y generando espacios de realción con el mismo.

La volumetría se entiende como un monasterio, donde el claustro, se establece como un vacío central, y sobre este emergen las edificaciones. Pero, estos volúmenes no se plantean como un anillo perimetral  edificado respecto al claustro, sino que se adaptan a la topografía, respondiendo a las visuales la posición del sol.

La planta se organiza a través de un sistema estructural de crujías paralelas formadas por muros de carga, que organizan el espacio, y que en planta baja dividen el espacio en cuatro grandes bloques: zonas comunes entorno al gran patio central, restaurante, servicios de salud y zonas técnicas.

Las plantas de viviendas se conforman también a través de la construcción de vacíos centrales en planta y/o sección, que generan espacios fluidos y grandes zonas comunes. Programáticamente se diferencian dos sistemas de vivienda: habitaciones con baño y viviendas de cuatro habitaciones.

Las cubiertas se proyectan a modo de impluvium y se rematan con un lucernario en la parte central. Se produce un diálogo con el camino, pues desde la parte baja, tienen la apariencia de cubierta plana, y desde el casco antiguo se descubren como cubiertas inclinadas tradicionales de teja cerámica plana.

Las fachadas, se proyectan como muros gruesos acabados con mortero de cal, con mucha inercia, y unas oberturas controladas que generan un ritmo a lo largo del edificio. Este muro, establece un pliego en las oberturas, recogiendo los contraventanos exteriores de ventanas y balcones. El basamento, se reviste de piedra, en continuidad con los muros de contención del camino, y produce un lenguaje diferente, alrededor del edificio, creciendo y/o decrececiendo, para adatarse a la topografía.  La fachada principal del camino, se establece a través de un ritmo de arcadas, interrumpido por dos grandes arcos en el acceso.

territorio.
Comarca del Sobrarbe (Pirineo Aragonés). Una región con un alto patrimonio histórico y natural. Un terrritorio ceñido a una fuerte topografía y regido por dos ejes formados por dos valles, dos ríos y dos vías rodadas. En la confluencia de estas lineas se ubica la capital de la Comarca: la Villa de Aínsa, lugar donde se desarrolla el proyecto.

Un territorio que sufrió en primera persona la guerra, el éxodo rural y la construcción de pantanos y cuya población fue en detrimiento. En la actualidad, se ha inevertido la situación a través de un cambio socio-cultural que está consiguiendo un aumento, repunte y asentamiendo de la población. Un cambio social protagonizado por la calidad de vida, las nuevas oportunidades y el deseo de la gente de vivir en zonas rurales.

 

 

 

 

villa de aínsa. camino tierra glera.
La Villa de Aínsa, repite la morfología territorial de la Comarca. Un pueblo, regido por la confluencia de los dos ríos y las vías rodadas. En el cruce de estas carreteras se encuentra la parte más consolidada del pueblo, “el cruce”, el centro urbano dónde se concentran los servicios que abastacen no solo al pueblo sino a la comarca.

El pueblo se organiza a través de pequeñas bolsas de tejido urbano a lo largo de las vías principales. Se encuentran dos promontorios que han limitado junto con los ríos la expansión territorial del pueblo, incentivando en los extremos las únicas areas de crecimiento.
La Villa Medieval de Aínsa, se encuentra en uno de sus cerros, quedando descolgada del tejido urbano del pueblo. Existe una desconexión física entre el casco antiguo y el centro urbano, que el proyecto busca suavizar, a través de una nueva conexión peatonal. Un nuevo acceso, que no solo genera un recorrido continuo entre la parta alta y la parte baja del pueblo, sino que además existiende uno de los ejes de “el cruce”. Un eje que actualmente sufre la problemática transición entre la calle y la carretera.

Se trata de una operación de transformar un territorio, una nueva conexión urbana que establece un lugar donde antés no habia nada.

Este recorrido peatonal se proyecta como una agrupación de diferentes ambientes hetereogéneos y diversos: un paseo lineal paralelo a la vía rodada, la recuperación de una antigua era existente, un equipamiento como nexo central del camino y que le dota de identidad y actividad al mismo, un paseo a través del bosque, el Portal de Tierra Glera (acceso al antiguo perímetro amurallado)  y un mirador existente desde el Casco Antiguo. El camino se apoya en muros de contención de piedra, siendo estos un elemento ya implantado en el territorio que establecen un hilo conductor y cohesionador de la propuesta.

miradas.
El pueblo responde a dos realidades, que nunca han sabido converger. Por un lado el tejido del casco antiguo, con calles pequeñas, y una arquitectura tradicional que ha sabido mantenerse, rehabilitarse y recuperase convirtiendose en una de las areas más visitadas del Pirineo. Y por otro lado, la parte baja del pueblo, con grandes avenidas, que responde a un desarrollo que no ha sabido mantener o redescubrir la esencia de la arquitectura tradicional, y que ha ido creciendo con el complejo de modernidad y sin ningún tipo de interés patrimonial o arquitectónico.

También han existido dos realidades sociales. Por un lado sus vecinos que asocian desarrollo a modernidad y tecnología y por otro lado los turistas, que desde las ciudades asocian la vida del pueblo, al pasado, a mantenerse en costumbres y arquitecturas de antaño.

 El proyecto busca la convergencia de todas esas realidades, entendiendo que la arquitectura en un tejido rural como éste, ha de ir de la mano de la arquitectura tradicional, tanto funcional, formal y constructivamente, y sin complejos del pasado. Pero a la vez, sin cruzar la barrera de querer repetir exactamente las arquitecturas pasadas. El objetivo es, buscar, a través de una mirada contemporánea, una continuidad con la tradición existente.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



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