Arquitectura e interiorismo: Caccia Dominioni

Fuente: Ordine degli architetti di Milano
Fotografía actual: Marta Cassany

Éste es el primer edificio de apartamentos de Dominioni y se caracteriza por una gran simplicidad formal: un paralelepípedo regular que forma el volumen y un revestido de piezas de gres verde brillante (normalmente empleado para pavimentos); que construyen una imagen sorprendente y fuera de tiempo.
Según Caccia, se trataba de tomar la tipología urbana más extendida y banal, el edificio plurifamiliar, para dignificarla tomando como modelo la dignidad del Palau Urbá.

Las plantas están compuestas prestando atención a las necesidades funcionales, pero siempre con un ojo puesto en lo que el denomina “sorpresa racional”, añadiendo a las plantas pequeños detalles que otorguen calidad.
La precisión de la forma compacta y rotunda de la planta se ve atenuada por la configuración libre de la fachada,que parte de un sistema de ventanas lineales que se deslizan en horizontal, colocadas en el mismo plano de la fachada, de la que se enfatiza su planicidad mediante el revestimiento cerámico brillante verde. Éste revestimiento cerámico, más adelante se va a convertir en un rasgo de identidad de muchas de las obras de Dominioni. Algunas partes opacas de la fachada se tratan con opalina negra ocultando las ventanas correderas. Esta regla se rompe en algunas salas de estar donde el ventanal coge todo el alzado, de suelo a techo, y, en algunos casos, sobresale como un volumen.

Caccia trabaja sobre el concepto de superposición de “villas”. Cada una de las plantas ofrece varias posibilidades de distribución de las piezas en función de las necesidades de cada propietario, siempre al rededor de las escaleras helicoidales que actúan como eje compositivo y baricentro de la planta, manteniendo siempre una constante atención a la construcción de un recorrido que permita el acercamiento a las estancias privadas de la vivienda progresivamente.
El edificio tiene dos escaleras y un sistema de cuatro viviendas por rellano. En el interior se da un diseño muy cuidado de cada una de las distribuciones. Cada habitación es introducida por un espacio de transición previo, como una galería o un pasillo; Caccia no busca anular sino valorizar estos espacios. Este recorrido está ligado a la idea de Dominioni sobre el espacio dinámico, indisolublemente ligado al movimiento del hombre.

Se diseña un mosaico para los espacios en planta baja (Francesc Somaini), con un dibujo sinuoso y dinámico que llega hasta las escaleras y se revisten las paredes con estucado veneciano. Esto da lugar a una curiosa sintonía entre la expresividad formal del gesto artístico del dibujo, el pavimento y la obra de un arquitecto que basaba el diseño de sus plantas a una idea de recorrido dinámico como su principio generativo.

Las escaleras helicoidales toman un papel muy importante en la composición de las plantas; ésta representa una constante dentro de la búsqueda del arquitecto. Muchas veces el diseño y los detalles se remiten a la arquitectura tradicional burguesa milanesa, más que a referentes más modernos de la época.

Los espacios colectivos se trabajan siempre de manera singular y con gran cuidado en los proyectos de Dominioni, siempre con el símil del Palau.
El jardín de acceso al edificio por ejemplo, que genera un recorrido rico en vegetación que le separa y protege de la calle.