Fuente: Informes de la construcción, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Vol. 31 No. 301
Fotografía: Oriol Gómez
En un solar rectangular de aproximadamente 100 m de longitud por 67 m de anchura, achaflanado en sus cuatro esquinas, y con un desnivel superior al 8 % en el sentido de su menor dimensión, se han realizado seis pequeños bloques de viviendas en lugar del único y alto edificio previsto para la parcela. La razón del cambio estuvo motivada por un interés en aferrar la construcción al suelo, así como por proporcionar una mayor tranquilidad a la zona al adecuar los bloques a las características arquitectónicas de las edificaciones circundantes. Por el mismo motivo las superficies ajardinadas se han incorporado a las calles limítrofes, con lo que éstas han ganado mucho en espacio y ambiente.
Los bloques están regularmente dispuestos en el solar, adaptándose a las pendientes e irregularidades del terreno y, aunque exentos, relacionados directamente entre sí a través de un cuerpo bajo rasante.
Algunos bloques constan de tres plantas superiores y un ático retranqueado, dedicados íntegramente a viviendas de lujo de amplias dimensiones. Otros tienen, además, sobreático.
La planta tipo de cada bloque dispone de dos viviendas iguales y simétricas respecto a un eje, en cuyo centro se encuentra el núcleo de comunicaciones verticales, compuesto por un ascensor principal aislado y un montacargas anexo a la escalera. Esta disposición permite dar un doble acceso diferenciado a la vivienda: el primero lleva al oficio, la cocina y al dormitorio de servicio, y el otro, el principal, conduce, a través de un amplio vestíbulo, a la zona noble y a la de noche, formada, esta última, por tres dormitorios dobles con sus correspondientes cuartos de baño y vestidores.
Interiormente también se establece una unión directa entre la cocina y la zona noble, constituida por el comedor y la sala de estar que, aunque enlazados, mantienen separados sus respectivos ambientes; ésta es la solución más común.
El ático, en casi todos los casos, conserva el mismo número de viviendas e idéntica distribución de habitaciones que el resto de las plantas, con la única diferencia de reducir a dos el número de dormitorios.
En la organización general de las viviendas cabe destacar, por un lado, la adecuada zonificación de las distintas dependencias —todas exteriores— y su correcta comunicación sin pérdidas de espacio sensibles; y por otro, la prolongación de las habitaciones mediante balcones que, convertidos en amplias terrazas exteriores a ambos lados de la sala de estar, otorgan a ésta una agradable transparencia.
Para la construcción se ha empleado una estructura mixta compuesta por forjados reticulares tipo DOMO y pilares metálicos.
Las fachadas —en las que alternan los paños ciegos (fábrica de ladrillo hueco, revoco y revestimiento de plaqueta cerámica prensada), con los huecos protegidos por celosías de lamas— manifiestan las irregularidades de la planta, cuyos pronunciados entrantes y salientes producen un animado juego de luces y sombras, a la vez que confieren alta privacidad a los espacios interiores.
Esta entrada aparece primero en HIC Arquitectura http://hicarquitectura.com/2017/12/jose-antonio-coderch-edificio-de-viviendas-del-banco-urquijo-1967/
No hay comentarios:
Publicar un comentario