| Marcos Santamaría Boyeras
| 2015 | Proyectos V | ETSAB
| Profesores: Jordi Adell
El proyecto contempla la rehabilitación de la finca Vila Joana de Vallvidriera. Que alberga actualmente las dependencias del Museo Verdaguer. El objetivo es dotar al edificio de un nuevo uso, un Hotel de 4 estrellas, con 22 habitaciones.
Teniendo en cuenta el peso histórico de dicha construcción se plantean dos vías de actuación. La primera, implica la conservación de su carácter y pretende potenciar las cualidades del edificio, la segunda, otorgar al edificio de una nueva mirada hacia su entorno y sobre sí mismo.
Situado al sur de Collserola, la sierra capta nuestra atención por encima del carácter aislado del edificio y despierta la intención de desarrollar su relación con el entorno. La relación se establece por medio de dos operaciones: la conquista del jardín posterior, a modo de ampliación sobre el entorno, generando una “membrana” o espacio de transición entre el edificio y su entorno inmediato; y la implantación del entorno en el corazón del edificio, espacio ocupado ahora por el hueco de la escalera señorial. El nuevo patio interpreta el papel de espacio exterior que, a la vez, nutrirá de luz la oscura planta baja y generará una nueva gama de relaciones exterior – interior en las plantas superiores.
Paralelamente, la implantación del nuevo uso se basará en el respeto y conservación del esqueleto y piel exterior del edificio. Un nuevo módulo estructural, materializado en un entramado de madera ligero, se muestra autosuficiente en relación a las intersecciones, tensiones y tangencias respecto a la estructura original. La introducción de estas piezas establece diferentes relaciones entre los intersticios interiores, de transición o exteriores.
El grueso del programa se adherirá en relación al módulo, diferenciando así las maneras de implantarlo según sus grados de exposición al público. En las plantas inferiores, el ámbito público, en las superiores los ámbitos más íntimos, marcaran la forma de implantación de los diferentes módulos.
El acceso al edificio se conservará en su noble fachada principal. Sobre la cual, se mantendrá una actuación tímida y los huéspedes descubrirán la intervención en el recorrido de transición hacia la fachada posterior, en su extensión sobre el entorno.
El objetivo del exhaustivo detalle del proyecto, surge de la necesidad de reflejar la sensibilidad de las incisiones y el respeto por las complejas situaciones en las que nace la rehabilitación, sobre una base que debería valorarse meramente por su persistente existencia.
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