jueves, 19 de mayo de 2016

Oleg Ogurtsov > Embajada en Bruselas

| Oleg Ogurtsov Egorov
| 2015 |  PFC | ETSAB
| Profesor: Esteban Terradas, Eva Crespo, José M. González, Rosa Clotet

La Embajada se encuentra en el vértice de tejidos urbanos y en un cruce de vías del Quartier Européen en Bruselas. Además de la presencia dominante de figuras arquitectónicas de gran escala, el entorno más inmediato se compone del tejido residencial existente desde principios del siglo XX en espacios entre las avenidas principales con edificios representativos.

 

El edificio está proyectado alrededor del patio, en el lugar de cambio de cota de la parcela. La entrada pública se encuentra en la calle Etterbeek y la entrada de delegaciones oficiales en la calle Toulouse. Su volumetría sigue la pauta de los cercanos edificios residenciales. Se formaliza como una arquitectura con patios, porches, múltiples accesos y recorridos continuos. El edificio renuncia a crecer hacia arriba y en su lugar explora las posibilidades de descenso del terreno para ampliar las posibilidades de usos del patio central.

La zona pública está en la planta baja de la Embajada. Una amplia entrada a la sala polivalente – auditorio está en su parte central. Durante actividades multitudinarias y si el clima lo permite el auditorio se puede ampliar al patio y así duplicar su capacidad. El patio situado en la cota 0 se comunica con el porche de la entrada en la calle Toulouse. Este acceso permite que el patio participe en el tejido urbano de la ciudad.

El edificio utiliza un sistema de pilares laminares proyectados y construidos por el arquitecto Francisco Mangado. El arquitecto consigue formalizar unos interiores diáfanos libres de muros y pilares, conectados con el exterior y con un perímetro penetrable en múltiples puntos. Así se optimiza la iluminación natural del edificio y se tiene un especial cuidado de las visuales: ininterrumpidas por delante y acotadas por los lados. El muro portante evoluciona para desprenderse de la masa pétrea y deja solamente el armado metálico necesario para conducir las cargas verticales. La función de la envolvente pasa al interior de la fachada. El vacío entre pilares tiene características de espacio intermedio.

 

 

A la planta primera se accede directamente desde la calle Toulouse a través de un amplio porche. Desde aquí los invitados oficiales pueden entrar en las salas de Recepciones y el comedor de la Embajada o bajar al patio por la escalera exterior y participar en actividades en la planta baja.

En la planta segunda está la oficina del Embajador. Es accesible con un ascensor, una escalera protegida y tiene acceso directo a una amplia terraza debajo del porche que también se puede usar para actividades.

La planta tercera es la vivienda de la familia del Embajador. La planta se compone de una zona de día y una de noche y permite a los habitantes vivir y realizar diferentes tareas oficiales y privadas.

La cubierta se posiciona como la “quinta fachada” del edificio. Conscientes de la presencia de vistas directas desde los edificios de oficinas altas alrededor, la cubierta recorre todo el edificio para darle una unidad arquitectónica y crear una sucesión de espacios con diferentes caracteres: interiores, exteriores e intermedios.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



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