Arquitectura e interiorismo: Espai e > Jane Eyre. Teatre Lliure de Gràcia

Fuente: espai e
Fotografía: Ros Ribas, Teatre Lliure / Anna Alcubierre

Escenografía de la adaptación teatral de la novela escrita en el año 1847 por Charlotte Brontë

El espacio se presenta como una línea infinita, describe un interior sobrio que responde a todos los espacios cerrados donde ha vivido la protagonista. Pero es claramente una ventana a su mundo proyectado, invadido por la naturaleza mediante imágenes de paisajes dibujados.

La historia cuenta la vida de una mujer desde su infancia, un recorrido siempre fiel a su carácter que tan bien la define, en este sentido buscamos la traducción al espacio con una línea infinita que se consigue con una implantación público/escenario transversal. De esta manera el ámbito de acción es panorámico, idea reforzada con espejos en las paredes laterales.

Las escenas interiores representadas, transcurren en las estancias donde Jane Eyre ha vivido. No hemos pretendido una traducción realista, más bien la atmosfera de hábitat confortable y sin contrastes, intemporal. La repetición de puertas simboliza la multiplicidad de viviendas y la relación entre interior y exterior. Las pequeñas variaciones en los acabados de los materiales: motivos del papel de pared, despiece y color del suelo de madera y mobiliario, explican que la obra transcurre en distintos lugares, pero se presentan como un paisaje único.

Para Jane Eyre, el mundo exterior es muy importante, en realidad ella vive en espacios cerrados desde los cuales proyecta su pasión por la naturaleza y la cultura. En este sentido, la escenografía es también espacio exterior, pantalla de proyección de este mundo abierto. La invasión de estos paisajes exteriores evoca los lugares en los que ha vivido: se proyectan fotos reinterpretadas con este carácter de dibujo que evoca su faceta más artística.

“Jane Eyre es una ventana a través de la que Charlotte Brontë nos presenta su visión del mundo. Jane opina sobre la diferencia arbitraria entre clases y hace especial atención al papel de la mujer en el mundo. Ella nunca deja que olviden que, por el hecho de ser pobre o de ser mujer, no es un ser inferior.” Carme Portaceli