Arquitectura e interiorismo: Joel Padrosa > Escuela de Arte y de Diseño Superior de Olot

El proyecto se ubica en la ciudad de Olot, en la comarca de la Garrotxa. Dentro del núcleo consolidado del casco antiguo en la falda del volcán Montsacopa, siendo la última parcel.la que hace la transición entre el ensanche y el casco antiguo. El emplazamiento se delimita por la Avenida de Girona que es la vía principal de llegada a la ciudad, la Ronda San Bernat en el lado este, la calle de San Bernat en el lado norte en contacto con la falda del volcán y la calle Pare Antoni Soler enlazado con la plaza del Carme en el lado sur. Esta parcel.la tiene contacto con la iglesia del Carme y el conjunto histórico del claustro que lleva también el mismo nombre donde actualmente se alberga la escuela de arte y diseño.

El programa consta de dos partes diferenciadas: La Ordenación del conjunto del patio de manzana y propiamente la ampliación de la escuela de Arte de Olot. La primera parte es trabajar la ordenación de la isla interior delimitada por las calles anteriormente mencionadas, ya que existe un olvido urbanístico del POUM en este sector de San Bernat. La segunda parte, resuelve la unión entre los dos edificios que son el resultado del proceso de definición urbanístico primero.

La propuesta urbanística del conjunto de manzana, resuelve el desnivel del volcán con un parking subterráneo bajo las edificaciones a modo de zócalo construido que da a la plaza interior, donde se incorporan tiendas en la zona central. En la cota superior, nivel de la calle St. Bernat, se propone una nueva volumetría de viviendas para resolver la unión con las medianeras de edificios existentes, unificando el criterio de actuación para futuras intervenciones en la manzana. La parte de ampliación de la escuela, el programa se divide en dos edificios. La existente dentro del claustro del Carme y propiamente el nuevo edificio de ampliación que se sitúa dentro de la nueva plaza resuelta en la parte urbanística. El proceso ha sido fruto de la aproximación en la definición urbana del conjunto hasta llegar a la geometría del nuevo edificio. La volumetría de la intervención ha sido trabajada a base de estudios de “Visiones de ciudad”, en busca de una mejor relación entre los edificios existentes y el nuevo, hasta adoptar una posición adecuada con la ciudad, el volcán y las visuales del conjunto. Evitando que el paisaje urbano existente no condicionara mucho la percepción del conjunto, dotando de una calidad arquitectónica la nueva ampliación y poniendo en valor el claustro del Carmen, pasando a tener una nueva condición mas central, tanto en la nueva plaza como en la plaza del Carme.

El nuevo edificio se ha ido impregnando con el aire del Claustro, una edificación de formas cuadradas, de claridad estructural, sólida, con masa de materia pétrea. Estos valores son los que han pasado a la nueva ampliación reinterpretada. El hueco vertical característico del barrio viejo, pilastras en la fachada, el grosor de las paredes, la materialidad compartida del basalto entre ellas. El proceso ha sido un ir y venir entre la tradición y la actualidad. Finalmente, buscando un diálogo natural y fluido entre las dos piezas sin buscar soluciones demasiado estridentes.