domingo, 18 de marzo de 2018

Studio PER > Restaurante la Balsa. 1979

Fuente: El Croquis, núm. extra, (Agosto-Octubre 1983), p.19-23 | Quaderns d’arquitectura i urbanisme, núm. 148, 1981, p.42-47
Fotografía actual: Stefano Carlo Ascione

Infanta Isabel 4, Barcelona | Clotet & Tusquets

En el centro del solar una alberca del siglo XIX que decidimos conservar. En su interior, en planta baja, la vivienda del propietario y los servicios del restaurante. Sacando la cabeza por encima de’] borde del depósito, el comedor con sus terrazas. Una terraza de invierno, descubierta al mediodía y otra, de verano, al norte bajo la sombra de cañizos y parras.

Todo el proyecto, encajonado en la geometría de la balsa, fue saliendo muy simétrico menos. en la escalera exterior que forzada por la entrada lateral, se independizó en un estilo Rocalla-Jujol-Kitsch.

El jardín, que se proyectó con detenimiento, es totalmente nuevo incluso la placita de entrada y los árboles de la calle . Hace falta tiempo.

Comentario por Andrés Perea Ortega.

El estudio PER merece admiración no sólo por el talento de sus componentes, sino por el magisterio ejercido en la construcción del espacio Acceso al restaurante desde la calle. cultural del hombre en su tiempo y lugar.

Antes que afanarse en tomar el tren de los expresos europeos que salen de la modernidad, han preferido permanecer en casa poniendo orden en nuestro legado arquitectónico y cultural indagando si la superación de los presupuestos del estilo internacional puede encontrarse penetrando en nuestro entorno y hurgando hábilmente en los rincones de toda forma de cultura.

Bajo las características de versatilidad, eclecticismo e inmediatez que determinan casi todas sus realizaciones, parecen subyacer métodos de proyectación apoyados en procesos inductivos de la realidad que serían determinantes en la decidida opción mediterránea de su trabajo.

Sus resultados son siempre apuestas por una existencia feliz, por una sublimación de lo cotidiano. Aceptan y utilizan con confianza lo que el medio ofrece en la construcción del entorno y reservan al juego intelectual la elección de material y elementos, la posición de estos en el conjunto arquitectónico.

En este proceso los convencionalismos sólo son aparentes; basta analizar dos veces uno de ellos descubierto, para descubrir esta afirmación. Los resultados de su trabajo, aunque dependientes de condicionantes muy complejos, son fruto de decisiones inmediatas y muy docentes en la dimensión antropológica del espacio construido. No es casual que su obra haya sido estudiada en profundidad por los profesionales de las ciencias sociales.

El estudio PER es importante por su obra construida que sorprende por lo dispar en la escala, temática y programa de los trabajos que la definen y por la ilusión con que experimenta en cada uno de ellos como ·si éste fuera cada uno el primero o el último de un camino emprendido en una dirección determinada. La acción podría ser, finalmente, el último denominador común de su historial como un amplio e insólito discurso arquitectónico en el que temas, lenguajes, materias, etc., se presentan con una gran versatilidad de la que no es ajena la individualización de cada uno de sus miembros cuando toma la palabra.

El restaurante La Balsa, de Tusquets y Clotet es un tratado de lectura del medio natural, tecnológico, cultural y social. El tratamiento de las preexistencias ambientales e históricas, los valores de la arquitectura provisional, de las facturas artesanales, la recuperación de imágenes y espacios ya olvidados y el tratamiento de la función lúdica, lo avalan.

Todo ello está categorizado en gestos proyectuales presentados en sucesivos planos de percepción preparados cada uno para responder culturalmente a niveles de interés distinto.

Una obvia disposición de dos estratos en su sentido literal e histórico argumenta todo el contenido dialéctico que seguirá manteniendo en toda la exposición arquitectónica, la ·densa herencia del pasado, casi nueva, sobre la que flota el espacio ingrávido de lo provisional. En directa relación causa-efecto, está implicada la actividad programada. En el basamento inmueble de la antigua alberca se alojan las funciones trascendentes (el trabajo y la vida) y, sobre él, en el , volumen casi mueble, la actividad lúdica e informal.

La estructura del espacio es suficientemente compleja como para enriquecer su experiencia. Sobre una disposición elemental de espacios fundamentales, exterior, salón, patio acceso, vivienda, patio interior; se traman y superponen elementos arquitectónicos o espaciales (como la es. calera de acceso en el caso del patio de acceso o la total trasparencia del patio de la vivienda) que activan la capacidad emisora de estímulos para la percepción del espacio construido. El itinerario de acceso, por ejemplo, en la secuencia de emerger desde el basamento al pabellón superior, establece la penetrabilidad de un vacío a través de rodas las posibilidades que éste ofrece, desde el tránsito de la puerta hasta el cruce del puente y por tanto su aprendizaje espacial total.

La selección tecnológica es oportunísima siendo ·presentada dialécticamente respecto de los procesos y tecnologías constructivas de la arquitectura lúdica provisional del litoral con las procedentes de factura gruesa de obra civil o los propios de nuestro estereotipado lenguaje profesional.

El lenguaje constructivo, fundamentado en una sencillísima utilización de elementos y sistemas por conocidos a veces olvidados, enfrentan a un debate, claramente inteligible, exposiciones retóricas o metafóricas con soluciones de increíble inmediatez sin tomar partido por ninguna de las opciones. Es importante destacar la no beligerancia de esta puesta en escena, cuyo interés radica en la presentación temática a modo de preguntas y en la amplitud del repertorio expuesto. Merece destacarse, por ejemplo, entre otros aspectos, la coexistencia lograda de un mueble retórico, como la reja tela-araña, en el mismo espacio de la escalera y barandilla de estricta inmediatez o las estanterías, bancos del mobiliario del restaurante con el lenguaje utilizado en la madera de las cubiertas. Soluciones dentro de un solo material en cada caso con formalizaciones o significaciones absolutamente dispares.

El resultado formal es espléndido.

Especialmente acertados son el tránsito de la tierra a través del pesado basamento, hasta la ligereza y transparencia de la silueta superior y la forma en que el perímetro exterior asume el paisaje capturándolo en el marco de la pérgola perimetral.

Todo ello es tanto más valioso cuanto que está dirigido no sólo a la clase profesional, sino fundamentalmente, al usuario llano, en una exposición inteligible y eficaz para el proceso cultural de nuestra sociedad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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