Arquitectura e interiorismo: Oana Gramada + Makoto Hayashi

El proyecto trata sobre la tectónica y las masas, investigando cómo una pieza aparentemente rígida y compacta, que une las dos medianeras, consigue adaptarse al lugar volviéndose transparente y permeable. El sistema de bóvedas de hormigón apiladas una encima de la otra que cambian de tamaño a cada planta habla sobre la preeminencia de la estructura, una estructura que es capaz de absorber todos los programas. Las funciones se encuentran estratificadas verticalmente – espacio público, viviendas intergeneracionales, espacios comunes y viviendas para Can 70 – siendo comunicados por los ascensores y escaleras que se desdibujan en el macizo. Los cuatro módulos se desplazan en sentido horizontal consiguiendo un recorrido diagonal que se define tras los espacios alternados: servidores – baños, almacenajes, cocinas – y servidos, nobles, abovedados – salones, comedores, dormitorios. Como respuesta a la exigencias del lugar, el proyecto comprueba cómo una megaestructura de hormigón es capaz de ser porosa, permeable, habitable.