Fuente: Libro Josep Lluís Sert, Jaume Freixa
Fotografía: Archivo Josep Lluís Sert
La Fundación Joan Miró o Centro de Estudios de Arte Contemporáneo (CEAC) fue el primer museo de arte contemporáneo de Barcelona y representó un punto de ruptura y de vanguardia tanto desde el punto de vista arquitectónico como funcional, que aún se mantiene en la actualidad como depositaria del legado de obras que Miró donó a Barcelona y como centro de difusión del arte contemporáneo.
El edificio se ha ampliado en dos ocasiones, en 1987 y en 2001, bajo la dirección del arquitecto Jaume Freixa y siguiendo los dibujos originales de Josep Lluís Sert. Se considera monumento la totalidad del conjunto de la edificación conformada por el edificio inicial de 1975 y las dos ampliaciones efectuadas los años 1987 y 2001.
En 1975 Sert es readmitido como miembro de pleno derecho en el Colegio Oficial de Arquitectos de Catalunya y Baleares, coincidiendo en Barcelona. El edificio tiene un emplazamiento singular ya que ocupa una explanada en el centro de la montaña de Montjuïc, urbanizada para la Exposición Universal de 1929. Se repiten en este proyecto muchos temas ya ensayados en la Fundación Maeght, aunque en este caso la contención en los colores y materiales de acabado hace que el edificio se perciba como mucho más unitario. Su programa inicial era, además, el de un edificio para mostrar la obra de un solo artista. La galería de exposición, integrada por salas completamente blancas, se distribuye centrífugamente alrededor de un patio acristalado. Más que de salas, se puede hablar de una sola pared que se va plegando para permitir la máxima superficie de exposición. Desde la entrada, y a través del patio, se abre una espléndida vista sobre la ciudad.
Hay que destacar la solución de la iluminación y de la circulación con la utilización del Modulor del espacio del patio central alrededor del cual se organiza todo el edificio, las estructuras abiertas al paisaje y a la ciudad de Barcelona, y las lucernas en cuarto de cilindro. Desde un punto de vista formal hay que remarcar la reinterpretación de las líneas de la arquitectura catalana medieval como el patio, la torre octogonal y las proporciones de vacío y lleno en los parámetros de hormigón visto.
Desde el punto de vista urbanístico y paisajístico el edificio se puede considerar uno de los hitos arquitectónicos más relevantes de Barcelona.
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