Fuente: Ricard Mercadé Aurora Fernández arquitectes
Fotografía: David Cardelús
La fábrica textil de Benet i Campabadal, fue construida el año 1924. El proyecto original es del arquitecto Antoni Pons, que planteó una clara diferenciación entre la zona de producción y la de administración, con dos arquitecturas totalmente diferentes. La zona de administración se resuelve con un lenguaje “noucentista” popular en la época, mientras que la de producción se resuelve con una sucesión de naves con cubierta de diente de sierra, con un lenguaje contemporáneo, abandonando la ornamentación y decidiendo realizar una fábrica “moderna” con materiales y estructuras innovadoras: hormigón armado y vidrio, para ello se recurre al prestigioso ingeniero suizo Robert Maillart, este proyecta una nave de esbeltísimos elementos de hormigón armado y cubierta en diente de sierra, generando un espacio muy luminoso y de altísimo interés arquitectónico e histórico, ya que se trata de uno de los primeros edificios en todo el estado en que se utiliza de manera sistemática el hormigón armado.
Durante los años 50, el edifico sufre modificaciones y añadidos sin ningún criterio: destrucción de tres crujías de la nave de Maillart, remontas, construcción de altillos degradando de forma notable su imagen original. El posterior abandono de la actividad industrial y la falta de mantenimiento acelera la degradación y el edifico entra en una situación crítica.
El proyecto rehabilita tres edificios antiguamente destinados a uso industrial para ubicar la Biblioteca de referencia de Les Corts de Barcelona.
El conjunto, con un total de 4.000m², lo forman una nave con valor patrimonial y dos edificos de menos valor arquitectónico.
El proyecto plantea en primer lugar, la eliminación de todos los elementos añadidos sin interés, altillos, cerramientos, etc…
El espacio de la nave, el más singular por altura y por carácter, se preserva desde el inicio, situando en esta área el fondo general de la biblioteca que permite mantenerlo diáfano y sin cerramientos, para no alterar sus proposciones. A continuación se realizan una serie de actuaciones para abrirlo al exterior y para relacionarlos con el resto de los espacios de la biblioteca.
En un primer análisis, se observa un punto clave que debe abordar el proyecto: la solución de continuidad espacial entre la nave, de gran altura y el edifio convencional de oficinas, así como la solución de su encuentro.
La intervención lo resuelve eliminando el conflicto a través del vacio, se plantea un vaciado de la crujía que limita con la nave industrial convirtiéndose en un atrio de relación visual y espacial entre las plantas. En este punto se sitúa el acceso principal del edificio convirtiendo el espacio en el eje vertebrador del proyecto y creando un atrio luminoso a doble altura que incorpora unas escaleras abiertas. Dicho atrio da la dimensión de equipamiento y acompaña al usuario de forma natural a las plantas superiores.
Los edificios industriales como concepto y debido a su actividad, están pensados como edificios cerrados al exterior, todo lo contrario de lo que debe ser un equipamiento público, que ha de relacionarse con su entorno y con el barrio. Crear una relación clara entre el interior y el exterior ha sido uno de los grandes retos y para conseguirlo se han hecho distintas actuaciones. En primer lugar hacía falta dotar al nuevo equipamiento de una entrada principal, ahora existía solamente una pequeña puerta pensada originalmente para resolver el acceso del personal. El nuevo acceso se sitúa frontalmente en la calle Comtes de Bell-lloc, realizando una gran obertura mediante un apeo que cuelga el edificio a través de un apeo, realizado con una gran jácena de hormigón postesada. Se configura así un acceso claro al equipamiento, acompañado de cierres vidriados que funcionan como escaparates y permiten ver la actividad interior. El material utilizado tanto para la jácena como para los muros que la soportan, es de hormigón visto con una textura de tablilla de madera muy marcada, que contrasta con el estucado de cal de la fachada, evidenciando que se trata de una intervención nueva no mimética con el edificio original.
En segundo lugar, se actúa en el testero de la nave, que era una pared completamente ciega y sin ningún interés arquitectónico. Con la intervención de abre completamente esta fachada en el exterior, substituyéndola por un cerramiento de cristal, tipo muro cortina, que se percibe como una prolongación de la claraboya de la cubierta. Con estas intervenciones se consigue una relación visual directa dentro-fuera. El peatón que se acerca des de la calle Comtes de Bell-lloc, puede visualizar lo que pasa en el interior de la biblioteca.
En tercer lugar se hacen pequeñas actuaciones puntuales, como en la fachada longitudinal a calle, donde se substituyen los óculos circulares por unas ventanas alargadas que calcan la silueta curvada de las jácenas. Estas permiten tener visión del exterior des de cualquier punto de la nave, a la vez que transmiten a la fachada las proporciones y belleza formal de la estructura original.
Otra intervención importante en el proyecto y determinante en la nave, es la creación de un altillo, acompañado de un patio longitudinal paralelo a la mediana, se consigue con esta decisión colocar la zona de biblioteca infantil volcada al nuevo patio, permitiendo actividades al exterior y independizada acústicamente del resto de la sala.
El altillo aumenta la superficie útil y se ofrece como un balcón hacia la nave, ofreciendo una nueva experiencia de la misma. El patio ofrece simultáneamente una nuevas visuales desde la nave, creando una nueva relación con el exterior.
EMPLAZAMIENTO: Barcelona, Barrio de les Corts
ARQUITECTOS: Ricard Mercadé Aurora Fernández arquitectes
ARQUITECTOS COLABORADORES: Carol Jerez, Viki Pintó, Agata Real, Laia Garcia, Montse Sorando
ESTRUCTURA: Eskubi Turró S.L.P.
INSTALACIONES: JG asociados S.A. / David Camacho
ARQUITECTOS TÉCNICOS: Unitat Tècnica 22ª S.L.P.
DIRECCIÓN EXECUCIÓN: Bardají – Capdevila Management Barcelona S.L.
CONSULTOR FACHADAS: ACV ingeniería de fachadas
FOTOGRAFO: David Cardelús
PROPIEDAD: Barcelona d’Infraestructures Municipals BIMSA
FECHA FINALIZACIÓN OBRA: 2017
SUPERFÍCIE: 4.000m²
PRESSUPUESTO: 7.370.000m²
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