Arquitectura e interiorismo: Caccia Dominioni

Fuente: Ordine degli architetti di Milano
Texto: Marco Ghilotti

El edificio de apartamentos y tiendas cierra la esquina Norte de la propiedad donde se construyó en 1946 el Convento Beata Vergine Addolorata, obra del mismo arquitecto. La forma del edificio en planta fue el resultado de maximizar el uso de la superfície disponible, enfatizando el rol urbano del edificio, que, con ocho pisos, actúa como piedra angular capaz de definir un lugar así como, a su vez, ser moldeado por él. El resultado es un volumen masivo, más delgado por las ventanas rasantes colocadas en correspondencia con las esquinas y por la silueta del techo que, con una ligera curva sigue la línea de las paredes verticales, inclinada para alcanzar una superficie plana derivada de la geometría del edificio.

El edificio, organizado en ocho plantas, mayoritariamente con viviendas, con la excepción de los locales en la planta baja, tiene un dibujo en planta muy especial: se subdivide el espacio de manera que todos miran hacia fuera. En el centro de la planta se colocan las áreas de servicio y el núcleo vertical -el cual emerge más allá de la línea del techo como un pequeño volumen. La retícula estructural retrocede en las esquinas, liberando la fachada de las ventanas que se colocarán allí. En fachada, la masividad del proyecto se va liberando en una secuencia decreciente de paneles, vidriados y sólidos; capaces de camuflar el marco estructural del edificio. En planta baja, en los lados que dan a la calle, aparece una línea continua de ventanas corridas bajo un porche de cobre que, girando las esquinas, da continuidad a la parte inferior del edificio al marcar, con un solo elemento, el base de todo el volumen. El edificio estaba originalmente cubierto de lito-cerámica verde oscuro, el cual ha sido reemplazado por un yeso vítreo de color marrón oscuro, perdiendo así el efecto brillante de la luz natural que proporciona la cerámica vidriada.

Algunos de los detalles atestiguan la atención constante de Caccia Dominioni en la búsqueda de soluciones arquitectónicas que fueran correctas y acordes con los principios tan presentes en su trabajo. De esta manera, el edificio de Via Santa Croce expresa gran parte de su dominio técnico de los materiales. Es un ejemplo de esto el cuidado con el que se diseñó el alero, que sobrese ligeramente de la fachada para proporcionar espacio para la canaleta, diseñada para albergar el bajante y al mismo tiempo actuar como cornisa general del edificio.